Grito llamando a alguien pero no veo a quien.
“Estoy solo…”
Nadie viene al valle del zorro
Camino por la colina moteada de flores, oleadas de viento las agitan y libera sus fragancias.
Estoy inmerso en una neblina
Exhausto y cabizbajo levanto la mirada hacia el camellón de la avenida, hay un árbol de amplias ramas que cruzan la calle y dan sombra en la parada donde me encuentro.
El autobús se detiene con el rechinido de los frenos y la vibración de sus láminas; el aire comprimido silba y se abre la puerta. Pago el pasaje y camino por el pasillo que resplandece a la luz de las ventanas, cada línea áurea inhala alejando el brillo de los asientos, y exhala suavemente devolviendo la intensidad de su rayo. Todos excepto uno, aquel donde está la mujer del suéter negro con cuello de cisne.
—¡Es ella!
Está sentada con su mirada abandonada en el vacío; me acerco buscando sus ojos verdes pero ella se rehúsa a verme. Sentado a su lado tomo sus manos.
—Te extraño. —dijo.
Abre tus ojos y mírame otra vez, hazlo como en las mañanas cuando despertaba a tu lado. Vuelve a mí, escucha mi voz y síguela, no te detengas y continúa hasta llegar a mí. Estoy esperándote, deseo ver tus ojos como la primera vez que te acercaste a mi. PXMOR/Libro 1/SUEÑO XII: EL ÚLTIMO AUTOBÚS DE LOS RECUERDOS
No entiendo como llegue aquí, me gustaría compartirte que me llegaron muy profundo tus lineas, tienes un don muy lindo, gracias por compartirlo con muchos.
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Gracias a ti Victoria tus palabras me alientan más de lo que te imaginas. Espero pronto volver a causar el efecto que sentiste al leer este escrito.
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